La lista de electrodomésticos en cualquier hogar es larga -y variable-, pero el refrigerador, sin duda, ocupa un lugar central, por lo que procuramos que no tenga un olor desagradable y funcione correctamente… ¿pero y el congelador? Con frecuencia al constatar que “enfría bien” cerramos la puerta y nos ocupamos de otra cosa, quedando este en el olvido. Seguí leyendo y descubrí cómo mantenerlo a punto de la manera más sencilla:
- Todo envasado. No solamente es higiénico, sino necesario guardar los alimentos en contenedores con tapa y que estén a temperatura ambiente. De este modo, se protege el compresor.
- Sin obstrucciones. Al momento de colocar las bandejas de carnes, cubetas de hielo y recipientes dentro del congelador, tené cuidado de no tapar las rejillas de aire. Este es un paso que te permitirá ahorrar también en la factura de la luz.
- Volumen. Otra de las formas de mantener el congelador a punto es respetar sus dimensiones y no llenarlo al tope de su capacidad. De lo contrario, se forzará y -si se hace rutina- puede empezar a fallar. ¿Qué hacer si requieres todo frío? Hacelo por etapas.
- Descongelado. En la actualidad, son muy pocos los freezers que no cuentan con un mecanismo de este tipo; sin embargo, es recomendable que lo descongelés al menos una vez al año. Para ello deberás vaciarlo, apagarlo y dejar las puertas abiertas, así se derretirá toda la escarcha.
- Temperatura. Leé atentamente las instrucciones y regulá el termostato según el modelo del congelador. El bajar al mínimo la temperatura no hará que los alimentos duren más, ¡pero sí que este dure menos.
Foto: Archivo Eme de Mujer
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