Tiene hojas velludas que varían de forma. Sus flores son largas, amarillas y muy ramificadas. Presentan un leve olor pero te harán estornudar si estás cerca. El árnica es una planta perteneciente a las asteráceas, un género que suma más de 30 especies. Su presencia en la medicina data desde la Edad Media y hasta la fecha se emplea en tratamientos homeopáticos.
Esta hierba posee diversas propiedades curativas. Por ejemplo, estimula el flujo de la sangre y reduce la formación de hematomas, por su acción antiinflamatoria y calmante. También puede aliviar golpes, esguinces y el dolor muscular.
Su poder se asocia a la mejoría de problemas en los huesos. Además de esto, actúa en otros malestares como: moretones en los ojos, estrías, acné y artritis. Al igual que la ruda, reduce afecciones reumáticas como varices y hemorroides.
El árnica también tiene sustancias antisépticas, capaces de eliminar bacterias presentes en la garganta y más sorprendente aún, puede ser utilizado como un jabón especial para limpiar el área genital, sobre todo cuando hay ardor y picazón vaginal.
Recomendaciones generales
-Esta planta medicinal puedes encontrarla en forma de aceite, gel o crema en diversas farmacias y tiendas naturistas.
-Coloca un poco del producto en la zona afectada y masajea suavamente.
-Adquiere aquellos productos que sean medicados y de marcas reconocidas.
Imagen: imageshack.com